
Pacientes, padres, hijos, esposas, maridos, amigos, doctores y enfermeras, todos, de vez en cuando tenemos que afrontar la enfermedad. Cualquiera que sea nuestro papel podemos participar en la curación, tanto la del cuerpo como la del espíritu.
La gente atenta, tanto profesionales como no profesionales, percibe las necesidades del espíritu....