Pensamientos constantes. Afirmaciones.

Todos nosotros mantenemos un constante diálogo mental, lo que llamo "la loca de la casa", y hay que mantenerla ocupada para que no nos dirija en nuestra vida cotidiana.

Nuestros pensamientos van y vienen de un tema a otro, de una preocupación a otra, y según el pensamiento, nos hacen sentir mejor o menos mejor. Es entonces cuando cambia nuestra vibración y todo nuestro cuerpo varía en función de nuestras emociones que acompañan a esos pensamientos.

A pensamientos que producen alegría, calma, dicha, plenitud, ... nuestro cuerpo reacciona con una vibración más alta, por lo tanto más sana. Al contrario, pensamientos tristes, de agobio, malestar, ... nuestra  frecuencia vibracional desciende y nos llega a producir malestar incluso enfermedad.

Pensamientos positivos / Vibración alta = Salud.

Pensamientos negativos / Vibración baja = Enfermedad.

Entendiendo salud o enfermedad tanto a nivel físico como emocional, mental, espiritual, ...

Hay formas de poder controlar a "la loca de la casa" y una de ellas son lo que se llaman "afirmaciones positivas". Si llenamos nuestra mente de frases sanas, alegres y positivas iremos desterrando pensamientos que nos causan dolor y limitación, pues si bien todos tenemos preocupaciones, problemas, ... no por darles más vueltas a la cabeza los vamos a solucionar más rápido.

Así pues es conveniente repetirnos frases que nos ayuden a elevar nuestra frecuencia vibracional y por lo tanto a vivir en salud y armonía.

Unos ejemplos de frases o afirmaciones pueden ser:

Yo, a cada instante tengo, uso y disfruto de salud vibrante.

Yo, a cada instante tengo, uso y disfruto de serenidad, calma y tranquilidad.

Yo, a cada instante tengo, uso y disfruto de abundancia de dinero.

Depende del momento, circunstancia o necesidad se pueden ir añadiendo tantas como quieras o necesites.

Yo, a cada instante tengo, uso y disfruto de alegría y bienestar.

Yo, a cada instante tengo, uso y disfruto de fuerza y valor.

Repetir al menos 3 veces la frase con todo tu ser y cuando notes que tu mente vuelve otra vez a aquel pensamiento que creó la limitación repítela tantas veces como la necesites hasta que puedas mantener a tu "loca de la casa" controlada, en silencio, paz y armonía, así serás dueño/a de tu mente, de tus pensamientos y por tanto de tu cuerpo, porque recuerda: mente sana, cuerpo sano.

Sirva para la Luz.