Imagina que estás frente a una gran escalera ... junto a ti está esa persona que es importante para ti (esposo/a, novio/a, hermano/a, amigo/a ...) y estáis fuertemente cogidos de la mano.
Mientras se está en el mismo nivel, en el mismo escalón, todo está perfecto, es gozoso, agradable.
Pero de pronto, tú subes un escalón, pero esa persona no, prefiere mantenerse en el mismo lugar, en el nivel inicial. Bueno, no hay problema, es fácil continuar cogidos de las manos, mantenerse unidos.
Pero tu subes un escalón mas ... y esa persona se mantiene en el mismo escalón, no quiere moverse y se niega a hacerlo.
Ya los brazos empiezan a estirarse y empieza a ser incómodo continuar cogidos de la mano como al principio.
Subes otro escalón mas ... y ya el tirón es fuerte, ya no es agradable ni gozoso estar cogidos de la mano y además empiezas a sentir que te frena en tu avance ... pero tu quieres que esa persona suba contigo para no perderla.
Desafortunadamente, para esa persona no ha llegado el momento de subir un escalón, de avanzar un nivel, así que se mantiene en su posición inicial, pero tu subes un escalón mas y ... ahí ya sí es muy difícil mantenerte unido ... te duele ... y mucho ... luchas en tu deseo de que esa persona suba ... de no perderle! Pero tu ya no puedes, ni quieres bajar de nivel.
En un nuevo movimiento hacia arriba, viene lo inevitable ... y las manos se sueltan ... puedes quedarte ahí llorando y pataleando, tratando de convencerle de que te siga, te acompañe ... puedes, incluso, ir contra todo tu ser y tu mismo/a bajar de nivel con tal de no perderle, pero ... después de esa ruptura del lazo de unión, ya nada es igual ... así que por más doloroso y difícil que sea, entiendes que no puedes hacer nada mas ... sino que seguir avanzando y esperar, que algún día, vuelvan a estar al mismo nivel.
Eso pasa cuando inicias tu camino de crecimiento interior. En ese proceso, en ese avance, pierdes muchas cosas: pareja, amigos, trabajos, pertenencias, ... todo lo que ya no coincide con quien te estás convirtiendo, ni puede estar en el nivel al que estás accediendo.
Puedes pelearte con la vida entera, pero el proceso es así. El crecimiento personal es eso: personal, individual, no en grupo.
Puede ser que después de un tiempo, esa persona decida emprender su propio camino y te alcance o suba incluso mucho más que tu, pero es importante que estés consciente de que no se puede forzar nada ni a nadie en esta vida.
Llega un momento, en tu escalera que te lleva a convertirte en mejor persona, en que puedes quedarte solo/a durante un tiempo, y ... duele, claro que duele y no poco, pero luego, conforme vas avanzando, te vas encontrando en esos niveles con personas mucho más afines a ti, personas que gracias a su propio proceso, están en el mismo nivel que tú y que si tú sigues avanzando, ellos también.
Se llega a unos niveles de avance en los que ya no hay dolor, ni apego, ni sufrimiento, hay amor, comprensión, respeto absoluto.
Así es nuestra vida, una escalera infinita donde estarás con las personas que estén en el mismo nivel que tú, y si alguien cambia ... la estructura se acomoda.
Cuesta mucho soltarse ... aún después de una fuerte ruptura, seguimos mirando atrás, esperando un milagro, y el milagro aparece pero no en la manera que hubiéramos supuesto, aparece bajo otros nombres, otros cuerpos, otras actividades, ...
Cada pérdida, cada cosa que sale de nuestras vidas, es porque así tiene que ser, ¡déjala ir! y prepárate para todo lo bueno que viene a tu vida. Tú sigue avanzando y confía, porque esta escalera es mágica y si no lo crees, compruébalo por ti mismo/a.
Todos vamos cambiando de nivel, como en una escalera ... ahora, todos podemos entender por qué nos encontramos con diferentes personas en la vida y por qué otras se quedan atrás.
Anónimo. Recibido por e-mail. Gracias Ana.