Pintura de Ali de Báguena
Despertaos, despertaos, durmientes, que la aurora
arrojó ya la piedra al piélago nocturno
ahuyentando a los astros, y el Cazador de Sombras
prendió en un haz de luz la torre del silencio.
En la hora en que el alba asoma por Oriente
se oyen en la taberna unas voces que gritan:
"Levantaos, camaradas, y llenad vuestras copas,
pues ya se agita el dulce vino de la existencia."
Levántate y olvida este efímero mundo.
Alégrate; aprovecha cada instante de gozo.
Si Natura, mujer al fin, fuese constante,
¿no te habría llegado de ser querido el turno?
En la taberna, el gallo lanzó su agudo canto.
Los que el umbral esperan exclaman impacientes:
"Abrid, que es breve el tiempo que nos queda, y el viaje
que aún hemos de emprender, jamás tiene retorno."
¿Sabes tú por qué al alba el gallo, con su canto
agudo, se lamenta? Porque vio en el espejo
de la clara mañana, que había transcurrido
una noche en tu vida si que te dieras cuenta.
¡Ay!, ya ha pasado el tiempo de mis años más bellos.
Se fue la primavera de mi vida, y el ave
de juventud a alzado su vuelo rapidisímo.
No sé cuándo ha venido ni cuándo se ha marchado.
El tiempo, inexorable, va fluyendo. ¿Qué ha sido
de Bagdad y de Balk? Un leve roce puede
matar la rosa. Bebe, y al mirar las estrellas
medita en las culturas que se tragó el desierto.
No trates de lograr la dicha, que la vida
durá lo que un suspiro. El polvo de Djemschid
y Kai-Kobad, al sol bailan en remolino.
La vida, el mundo, sólo son ficciones y sueños.
Por el destartalado mesón que es este mundo,
cuyas únicas puertas son la noche y el día,
¡qué de altivos sultanes fastuosos y opulentos
pasaron un instante y luego se marcharon!
Los hechos, las porfías de la vida son como
ruidosas cacerías. Rapidísimas huyen
los días vocingleros, como si fuesen liebres
a las cuales persigue un cazador eterno.
En un ruinoso alcázar que elevó en otro tiempo
sus cúpulas al cielo, y del que hasta los reyes
besaron los umbrales, escuché a una abubilla
que preguntaba: "¿Dónde? Decidme, ¿dónde, donde?"
Solamente el lagarto recorre los alcázares
donde gozó Djemschid de la gloria y del vino.
Y el onagro pasea sobre Bahram el grande
sin que puedan sus pasos arrancarle del sueño.
Sobre el palacio de Thus vi volar un buitre
que asía entre sus garras el cráneo de Kaikaus
y decía con mofa: "Desdichado, el sonido
de las trompetas, ¿dónde está ahora? Contesta."
A nadie le pedí la existencia. Por eso
me esfuerzo en acoger indiferente cuanto
me regala la vida. ¿Por qué tendré que irme
ignorando a qué debo mi paso por la tierra?
No supe por qué azar me trajeron al mundo
y me dieron la vida. ¿A qué, entonces, quejarme
de que ésta sea breve, si aun debo agradecerla?
Que se me sirva vino, que quiero aprovecharla.
Despertaos, despertaos, durmientes, que la aurora
arrojó ya la piedra al piélago nocturno
ahuyentando a los astros, y el Cazador de Sombras
prendió en un haz de luz la torre del silencio.
En la hora en que el alba asoma por Oriente
se oyen en la taberna unas voces que gritan:
"Levantaos, camaradas, y llenad vuestras copas,
pues ya se agita el dulce vino de la existencia."
Levántate y olvida este efímero mundo.
Alégrate; aprovecha cada instante de gozo.
Si Natura, mujer al fin, fuese constante,
¿no te habría llegado de ser querido el turno?
En la taberna, el gallo lanzó su agudo canto.
Los que el umbral esperan exclaman impacientes:
"Abrid, que es breve el tiempo que nos queda, y el viaje
que aún hemos de emprender, jamás tiene retorno."
¿Sabes tú por qué al alba el gallo, con su canto
agudo, se lamenta? Porque vio en el espejo
de la clara mañana, que había transcurrido
una noche en tu vida si que te dieras cuenta.
¡Ay!, ya ha pasado el tiempo de mis años más bellos.
Se fue la primavera de mi vida, y el ave
de juventud a alzado su vuelo rapidisímo.
No sé cuándo ha venido ni cuándo se ha marchado.
El tiempo, inexorable, va fluyendo. ¿Qué ha sido
de Bagdad y de Balk? Un leve roce puede
matar la rosa. Bebe, y al mirar las estrellas
medita en las culturas que se tragó el desierto.
No trates de lograr la dicha, que la vida
durá lo que un suspiro. El polvo de Djemschid
y Kai-Kobad, al sol bailan en remolino.
La vida, el mundo, sólo son ficciones y sueños.
Por el destartalado mesón que es este mundo,
cuyas únicas puertas son la noche y el día,
¡qué de altivos sultanes fastuosos y opulentos
pasaron un instante y luego se marcharon!
Los hechos, las porfías de la vida son como
ruidosas cacerías. Rapidísimas huyen
los días vocingleros, como si fuesen liebres
a las cuales persigue un cazador eterno.
En un ruinoso alcázar que elevó en otro tiempo
sus cúpulas al cielo, y del que hasta los reyes
besaron los umbrales, escuché a una abubilla
que preguntaba: "¿Dónde? Decidme, ¿dónde, donde?"
Solamente el lagarto recorre los alcázares
donde gozó Djemschid de la gloria y del vino.
Y el onagro pasea sobre Bahram el grande
sin que puedan sus pasos arrancarle del sueño.
Sobre el palacio de Thus vi volar un buitre
que asía entre sus garras el cráneo de Kaikaus
y decía con mofa: "Desdichado, el sonido
de las trompetas, ¿dónde está ahora? Contesta."
A nadie le pedí la existencia. Por eso
me esfuerzo en acoger indiferente cuanto
me regala la vida. ¿Por qué tendré que irme
ignorando a qué debo mi paso por la tierra?
No supe por qué azar me trajeron al mundo
y me dieron la vida. ¿A qué, entonces, quejarme
de que ésta sea breve, si aun debo agradecerla?
Que se me sirva vino, que quiero aprovecharla.
Omar Kheyyam
Rubaiyat
Rubaiyat
Omar Kheyyam (1040-1123) fue poeta, astrónomo y matemático.
Rubaiyat es como se conoce la obra poética de Omar Kheyyam.
Rubaiyat es como se conoce la obra poética de Omar Kheyyam.
"Rubaiyat es el cuarteto persa por excelencia. Es el plural de drubdi. El rubdi consta de cuatro versos de igual metro, rimados el primero , el segundo y el cuarto, quedando libre el tercero. El cuarto adquiere, por contraposición al tercero, un vigor y un relieve extraordinarios." José Gibert.
10 comentarios:
Pues mira, recién ornadito me lo encuentro y aprovecho para saludarte. Ayuda a la relajación la música y a medida que vas leyendo, comprendes que viene a decir lo mismo que Jorge Manrique en una rima diferente, cuando escribe "Las Coplas a la muerte de su padre".
09 junio, 2009 14:01Yo apuntaría todas, pero me quedo con eseos tramos: "Por el destartalado mesón que es este mundo", "No trates de lograr la dicha, que la vida dura lo que un suspiro", "A nadie le pedí la existencia" y "No supe por qué azar me trajeron al mundo". Buen día, amiga
Desconocía la obra de este poeta, pero ha valido la pena.
10 junio, 2009 10:03Bonita poesía, no conocía a este autor, donde lo encontraste tú?
11 junio, 2009 02:17Besos
Me alegro Froilán que te guste. Buena la comparación, en algunos puntos, lo extraordinario es que pese a los años y la diferencia cultural, somos los mismos.
11 junio, 2009 19:03Besets.
Juanjo, si es que és un poco "mayor" de edad, y tú eres dinosaurio joven.
11 junio, 2009 19:05Me alegra que te guste.
Besets.
Pharpe lo conocí de la mano de mi buen amigo Jason Webster, escritor inglés, paseando un día por una feria del libro.
11 junio, 2009 19:10Tengo una pequeña versión del "Rubaiyat" fechada en 1.969, casi cuando nací, "casi" jajaja.
Besets.
¿Qué me dices, Edda? Hermosos versos con explicación de "Rubaiyat" incluida. Interesante para quien gusta de una lírica poco convencional.
12 junio, 2009 14:07Gracias Rudy, me gusta conocer diversos puntos de vista sea de lo que sea. Besets.
12 junio, 2009 16:57Siempre me ha maravillado la facilidad que tenéis para escribir poesís.
13 junio, 2009 01:25Yo escribo algo pero SOY MUY MALA.
Me ha encantado.
Un beso, Ross
Que amable eres Ross, pero ya me gustaría a mí escribir estas cositas.
13 junio, 2009 09:02Gracias por visitarme.
Besets.
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Gracias por tus palabras, siempre son bienvenidas.
Recibe mi abrazo más luminoso.
Nota: Siento añadir verificación de palabra, tema spams.