El Ángel Guardián de los Niños

Ángel de la Guarda,
mi dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día,
no me dejes solo,
pues me perdería.
Amén.

El Ángel Guardián de los Niños pertenece al Cielo de la Forma. Su misión es guardar y proteger, especialmente los bebés recién nacidos, a todos los niños y también a nuestro niño interior, aquel que anhela sentirse seguro y amado. Todos ellos necesitan un alimento, delicadeza y cuidado mayores de lo normal.





Es el ángel protector que vela por todas las nuevas almas que encarnan en la vida terrenal; ayuda a madres y bebés en los partos y también guía y protege a todos aquellos que ayudan a cuidar de bebés y niños pequeños.


Este ángel nos asiste también en cualquier nuevo comienzo, nuevo proyecto o relación. Protege todo lo que es fresco y vulnerable, ayudando a nutrir y sustentar lo que es joven, de modo que pueda volverse fuerte y resistente.


Cualquier cosa que sea nueva en tu vida puede ser bendecida por el cuidado amoroso y vigilante que ofrece este ángel. Podemos pedir esta bendición para nuestras familias y amigos, y para todos aquellos con los que nos asociamos en nuestros trabajos así como para otros con los que estamos en contacto a diario.


Protege y ayuda a contactar con ese niño interior que anhela la aceptación y el cariño o se encuentra solo o falto de amor. También puede ayudarnos a sanar heridas profundas debidas a la pobreza de amor, incluso al abuso. Le podemos pedir que nos ayude a liberar el dolor y los recuerdos tristes y preocupantes de nuestro pasado, y a encontrar la curación para nuestro espíritu.




Nos da el alimento que necesitamos para adquirir nuestra fuerza y sentir nuestra estabilidad en las situaciones novedosas, permitiendo que los tiernos brotes de todo nuevo comienzo arraiguen y prendan en terreno sólido.





Sirva para la Luz.

(Ilustración 2ª W.Madill. Texto: siguiendo línea de A.Wauters)