Santos Inocentes de Giotto di Bondone
Herodes gobernaba Israel cuando llegaron a Jerusalén los tres Reyes Magos. Iban preguntando dónde había nacido el futuro rey de Israel, pues habían visto aparecer una estrella en Oriente. Ellos recordaron la profecía del Antiguo Testamento que decía: "Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones" (Números 24,17).
La noticia se extendió por todo Jerusalén y Herodes se sintió terriblemente amenazado. Tan celoso estaba del poder que ya había asesinado a dos de sus esposas y a varios de sus hijos por temor a que lo reemplazaran. Cualquiera que pudiera aparecer a sus ojos como futuro rey de Israel, era considerado como su potencial enemigo.
Lleno de intriga y temor, reunió a los sabios de Israel, a los sumos sacerdotes y escribas y les preguntó que decían las escrituras sobre el lugar en que debería nacer el rey de Israel que habían anunciado los profetas.
Ellos le citaron al profeta Miqueas, que había dicho que sería en Belén donde nacería el Mesías.
Entonces llamó a los Magos y les dijo: "Vayan y se informan bien acerca de ese niño, y cuando lo encuentren, vuelvan y me informan, para ir yo también a adorarlo", y los magos partieron a Belén guiados por la estrella.
En sueños se les apareció un ángel, quien les ordenó que no contaran nada. Y así fue como después de encontrar a Jesús, adorarlo y regalarle oro, incienso y mirra, volvieron a sus países por otro camino y sin haber revelado a Herodes la verdad.
Desesperado por el tiempo transcurrido, sin información y loco de furia, Herodes hizo rodear la pequeña ciudad de Belén y mandó a sus soldados que mataran a todos los niños menores de dos años.
No se sabe cuantos fueron, pero la tradición establece que unos 30 niños menores de dos años murieron a manos de los soldados romanos en Belén y sus alrededores.
Desde entonces, la Iglesia Católica celebra el 28 de diciembre la fiesta de los Santos Inocentes, para recordar esas crueles muertes de niños.
La tradición de las bromas en ésta fecha es defendida por algunos en la idea de que se celebra la tomadura de pelo de los Reyes Magos a Herodes, pero parece ser que todo viene de la Edad Media.
En ésa época entre Navidad y Año Nuevo, se celebraba la "Fiesta de los locos", una fiesta pagana en la que todo valía. De esta manera se combinó lo pagano y lo religioso y ese día todo el mundo busca un inocente al que gastar una broma.
En este día es conveniente no prestar nada, ya que pueden contestarte aquello de:
¡ Inocente Palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se debe prestar !
La noticia se extendió por todo Jerusalén y Herodes se sintió terriblemente amenazado. Tan celoso estaba del poder que ya había asesinado a dos de sus esposas y a varios de sus hijos por temor a que lo reemplazaran. Cualquiera que pudiera aparecer a sus ojos como futuro rey de Israel, era considerado como su potencial enemigo.
Lleno de intriga y temor, reunió a los sabios de Israel, a los sumos sacerdotes y escribas y les preguntó que decían las escrituras sobre el lugar en que debería nacer el rey de Israel que habían anunciado los profetas.
Ellos le citaron al profeta Miqueas, que había dicho que sería en Belén donde nacería el Mesías.
Entonces llamó a los Magos y les dijo: "Vayan y se informan bien acerca de ese niño, y cuando lo encuentren, vuelvan y me informan, para ir yo también a adorarlo", y los magos partieron a Belén guiados por la estrella.
En sueños se les apareció un ángel, quien les ordenó que no contaran nada. Y así fue como después de encontrar a Jesús, adorarlo y regalarle oro, incienso y mirra, volvieron a sus países por otro camino y sin haber revelado a Herodes la verdad.
Desesperado por el tiempo transcurrido, sin información y loco de furia, Herodes hizo rodear la pequeña ciudad de Belén y mandó a sus soldados que mataran a todos los niños menores de dos años.
No se sabe cuantos fueron, pero la tradición establece que unos 30 niños menores de dos años murieron a manos de los soldados romanos en Belén y sus alrededores.
Desde entonces, la Iglesia Católica celebra el 28 de diciembre la fiesta de los Santos Inocentes, para recordar esas crueles muertes de niños.
La tradición de las bromas en ésta fecha es defendida por algunos en la idea de que se celebra la tomadura de pelo de los Reyes Magos a Herodes, pero parece ser que todo viene de la Edad Media.
En ésa época entre Navidad y Año Nuevo, se celebraba la "Fiesta de los locos", una fiesta pagana en la que todo valía. De esta manera se combinó lo pagano y lo religioso y ese día todo el mundo busca un inocente al que gastar una broma.
En este día es conveniente no prestar nada, ya que pueden contestarte aquello de:
¡ Inocente Palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se debe prestar !
2 comentarios:
Instructivo como todos tus post querida...dedesde hace años...procuro tener cuidado el día de los inocentes...aunque este...como no me dé una inocentada una galliana, un conejo, o la gata....jejejejeje, pero queda el correo...a ver si no me la dan por ahí. Besotes. Uruguayita.
27 diciembre, 2009 21:21Nunca se sabe ... Gracias Gloria.
28 diciembre, 2009 17:52Cuídate mucho.
Un besazo.
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Gracias por tus palabras, siempre son bienvenidas.
Recibe mi abrazo más luminoso.
Nota: Siento añadir verificación de palabra, tema spams.