Soy partículas de polvo a la luz del Sol.
Soy el redondo Sol.
A la partícula de polvo
yo digo, quédate.
Al Sol,
sigue tu marcha.
Soy la neblina de la mañana,
y la respiración de la noche.
Soy el viento en la copa de la arbolada,
y la ola sobre el acantilado.
Mástil… Timón,
Timonel y quilla.
Soy donde se asentó
el arrecife de coral.
Soy un árbol,
con un loro entrenado
sobre sus ramas.
Silencio.
Pensamiento.
Y voz.
El aire musical, v
iniendo de una flauta.
Una chispa de piedra.
Un destello de metal.
Las dos velas,
y una mariposa loca alrededor.
Rosa ...
y el ruiseñor
perdido en su fragancia.
Soy todas las clases de seres.
La galaxia girando.
La inteligencia evolutiva.
El ascenso ...
y la caída.
Lo que es,
y lo que no es.
Tú que conoces a Jelalludín,
Tú el Uno con Todo,
Dí quién soy yo.
Dí Yo soy Tú.
Jelaluddin Rumi es sin duda alguna el maestro más representativo del sufismo.
Nacido en Balk, (norte de Afganistán), en el año 1207, emigró a Konia (Turquía) a los 8 años tras un largo periplo, pasando por La Meca y Damasco. Durante el viaje, Rumi conoció a muchos maestros espirituales y tras la muerte de su padre, Bahauddin Walad, un eminente teólogo del Corán conocido en los círculos religiosos del Jorasán como “el Sultán de los Sabios”, se convirtió en su sucesor.
Pero no fue hasta su encuentro con su maestro, un desconocido llamado Shams de Tabriz, cuando alcanzó la unión mística, el fana, el anonadamiento del alma en Dios. Rumi dictaba sus versos en estado de trance. Cantaba, bailaba y se hacía uno con las cuerdas de su laúd.
Su poesía es un equilibrio entre la experiencia sensual y la del amor divino: del sabor de un fruto terrenal al gusto de Dios.
No sólo fue el fundador de una orden sufí en Konia, la orden de los Derviches o Giróvagos, esos monjes que bailan girando sobre sí mismos hasta alcanzar el éxtasis, sino que además siguió impartiendo la doctrina del Amor Divino por la vía de la negación del ego, así como la reivindicación de la supremacía del instante presente y la búsqueda de la divinidad en cada partícula del universo, hasta el momento de su muerte, el 17 de diciembre de 1273. (Texto extraído de La Casa del Libro)
4 comentarios:
Querida Edda,
18 junio, 2010 16:30reverencias
muy linda tu página.
soy mahuida desde la ciudad de mar del plata argentina.
lactovegetariana
me gustan los cuadros de ciruelo cabral y el Tarot
soy sirviente de la LUZ
ys, mahuida
szpigiel@mdp.edu.ar
lapapisa108@yahoo.com.ar
Gracias Mahuida, un placer tenerte aquí y compartir nuestra unión con la Luz.
21 junio, 2010 18:45Aquí estoy para lo que pueda servirte.
Un abrazo lleno de sol.
Me gusta mucho tu pagina , la verdad son pocas las informaciones que se sienten en el corazón por internet ; el diseño , imagenes y lo que escribes es limpio , claro e impregna de buena energia ; Os deseo lo mejor en este 2011 ;un camino directo a la ascención !
06 enero, 2011 00:24ángela maría
Bogotá - Colombia.
Muy agradecida Ángela María por tu preciosas palabras. Estás en tu casa, bienvenida. Muchas gracias por desearme lo mejor, allí nos veremos.
12 enero, 2011 18:15Un abrazo de luz.
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Gracias por tus palabras, siempre son bienvenidas.
Recibe mi abrazo más luminoso.
Nota: Siento añadir verificación de palabra, tema spams.